domingo, 7 de junio de 2009

Dom Athanasius Schneider y la Sagrada Comunión

A continuación les dejamos un video de Dom Athanasius Schneider, Obispo auxiliar de Karaganda, Kazajistán, autor del libro Dominus Est. Precisamente nos relata en 10 minutos las motivaciones que lo llevaron a escribir este libro, y sus conclusiones. Debajo del video, va un intento de traducción propia, no oficial, de la entrevista en portugués. El texto es largo, pero les aseguro que vale la pena leerlo.





Me gustaría hablar sobre el tema de la Sagrada Comunión, concretamente sobre el momento de la recepción de la Sagrada Comunión. Yo me sentía obligado a escribir un libro (pequeño) sobre este tema, porque yo crecí en la clandestinidad soviética, y fui educado por sacerdótes mártires y confesores. Y cuando mi familia dejo la URSS yo tenía 12 años. Cuando nos despedimos de nuetro párroco, que era un mártir confesor, el nos dijo: "Cundo ustedes lleguen a Alemania estén atentos, no vayan a las iglesias donde se da la Sagrada Comunión en la mano". Cuando yo escuché estas palabras no podía entenderlas.

Cuando llegamos a Alemania fuimos a una Misa, y observé como se daba la Comunión, de una manera tan simple y superficial, y cuando volvimos a casa le dije a mi mamá: "Pero mamá, esto era como la distribución de bizcochos en la escuela!", yo dije esto con toda mi inocencia infantil. Despues anduvimos por otras iglesias, y la misma situación. Cuando volvimos a casa mi madre comenzó a llorar, y dijo: "Yo no puedo entender como se puede recibir a Nuestro Señor Jesucristo, presente con toda su Divina Majestad en esta Sagrada Hostia en una manera así superficial", y comenzó a llorar. Estas escenas me tocaron tan profundamente a la edad de 12 años, que nonca me dejaron en la vida. Tampoco nunca pude entender hasta hoy, siendo sacerdote y obispo, como se puede recibir a Nuestro Señor Jesucristo, de una manera tan pobre de gestos, de adoración, de reverencia.
 
Así es que me sentía obligado en conciencia de hablar sobre esto. Tenía la impresión de que se calla, que no se habla de esto, casi como un tema tabú en la Iglesia. Y observé después de 30 años en occidente, como se divulga esta manera de distribución de la comunión con todas las reglas de la moda, con todas las reglas de una estrategia global. Y así es que contemplo la posibilidad de hablar sobre esto.

He recibido muchos testimonios de personas simples que agradecieron que se hable sobre esto, hasta un católico japonés que se convirtió del budismo me escribió agradecido, decía que no pensaba que todavía un obispo podía defender la Comunión en la boca, ya que fue acostumbrado por sus obispos, que divulgaban la comunión en la mano, y me citó hasta el Concilio de Trento y el Vaticano II en latín, y me dijo "señor obispo: hable sobre este tema, no se deje intimidar", un bello ejemplo de un laico.

Cita también el ejemplo de un fiel norteamericano, convertido del protestantismo, en cuyo culto se le permitía arrodillaba para recibir la "cena del señor", que es un mero símbolo, pero al convertirse al catolicismo, le prohibieron arrodillarse ante la Presencia Real.

Otro aspecto que contribuye es que nuestro Santo Padre Benedicto XVI comenzó a distribuir la Sagrada Comunión a personas arrodilladas y en la boca, a partir de la fiesta de Corpus Christi del año pasado. Y ha hecho esto no solamente en Roma, sino en todos los paises que ha visitado, incluso en los paises en los que las Conferencias Episcopales permiten INFELIZMENTE la Comunión en la mano.

Ahora, para nosotros, obispos y sacerdotes, que queremos sentir como Iglesia, sentir como el Papa, verdaderamente, y no solamente con palabras, no podemos comportarnos indiferentes, y cerrar los ojos delante de este ejemplo claro, humilde y modesto del Santo Padre. Es un magisterio práctico en este punto concreto. Entonces pienso que debemos sentirnos obligados a imitar al Papa.

Hoy el mundo, y especialmente Europa, está perdiendo el sentido de la sacralidad. Los pueblos orientales nos pueden enseñar arecuperar el sentido de lo sagrado, que es uno de los fundamentos de toda religión.

Entonces la Iglesia de hoy tiene la misión profética de testimoniar al mundo con gestos concretos, señales de reverencia de su Fe. Debemos profundizar sobre el Misterio de la Encarnación, de Dios Encarnado, con todas sus consecuencias, y profundizar nuestra Fe en el dogma de la Transubstanciación, el dogma de la Presencia Real, con todas sus consecuencias prácticas. Esto exige un gesto concretos de adoración: la genuflexión, estar arrodillados, que es un gesto Bíblico, Neotestamentario, Apocalíptico.

Pienso que debemos profundizar nuestra Fe, no solamente en palabras bonitas, sino en gestos y obras concretas. Y asi yo pienso y espero, que a ejemplo del Santo Padre, la Iglesia podrá hacer una contribución concreta de renovación en el momento más sacro, mas venerable de nuestra Fe que es la Sagrada Comunión.


Fuentes:

Te Deum laudamus

http://gloria.tv, por Nuno Alvares

3 comentarios:

  1. No Resiste comentarios. Es una excposición clara y precisa de la doctrina de la Iglesia acerca de la Sagrada Comunión, en su forma deseable y normal.
    Salutationes in Christo +

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  2. Como estarán de mal las cosas amigo MARCVM, que al mundo le resulta extraño que un obispo aclare sobre un tema tan elemental! Hoy en día son muy pocos los obispos que defienden o que han escrito sobre la debida reverencia a la Eucaristía.
    Esperemos que la "catequesis práctica" del Papa sea obedientemente asimilada!

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  3. Muchas gracias por invitarme a oir eso!

    Como usted leo in mi blog, yo estoy muy desafiado??? [[no muy contento]]

    Viendo este humilde me da esperanza de nuevo! Sus palabras quietas, pero fuertas, tienen que convencer i ganar!! Favor de orar por mi!

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